El emprendedor Ángel Blázquez y Pablo Machón, presidente de la Fundación del Conocimiento Libre (FKF), creen haberlo conseguido. Ayer presentaron un portátil libre, solar y biodegradable en el Libre Meeting 2009 de Miraflores de la Sierra (Madrid). Un hito para la comunidad del software libre y los defensores del medio ambiente.
Han creado cuatro modelos: simple, solar, GSM y GSM solar. Todos son degradables, pesan unos 700 gramos, su pantalla es de ocho pulgadas, tienen ratón táctil, comparten especificaciones técnicas (procesador: XBURST 400 MHz 32-bit CPU. 128 MB RAM, ampliable a 512 MB. Dispositivo de almacenamiento de 1GB + hasta 64 GB) y están disponibles en 12 idiomas.
El ordenador se fabrica en China y el software en Madrid. "El producto tiene un 0,001% de índice de calidad, como el de marcas japonesas. En Asia dicen que el producto es europeo", afirma Blázquez. Su presentación se ha retrasado tres meses por la llegada de la crisis. "Nos pilló antes de terminar. Contábamos con unos compromisos bancarios que fallaron".
El material está elaborado con productos naturales, como el almidón, la harina de maíz o la celulosa, y es biodegradable. "Todas las carcasas son de bioplástico. No existe en el mercado un ordenador con este material. Durante seis meses investigamos en China diferentes tipos de biomasa para conseguir que no se fundiera a 45 grados. Hemos conseguido un material seguro elevando la temperatura hasta los 85 grados".
Dos de los portátiles ( modelos solar y GSM solar) se cargan con una placa situada en el lomo del ordenador. "Tardan de cinco a siete horas. Hemos hecho muchas pruebas, pero nunca dan el mismo resultado. Depende del sol, del ángulo... Lo bueno es que se mantiene. Al contrario que un ordenador normal, se alimenta mientras trabajas sin cables".
La tarjeta GSM, que permite conectarse a Internet aunque no haya Wi-Fi, no va integrada. Se introduce como una tarjeta de memoria. Tampoco dispara el precio, máximo de 180 euros.
El portátil viene con "unas 30 aplicaciones de software preinstaladas. Existe un almacén con miles de programas que pueden instalarse libre y gratuitamente. La idea es que cada cual lo personalice", comenta Machón.
Este activista de 40 años que se autodefine como "hacker de empresa" está orgulloso. Si la aventura sale bien, los valores que defiende se difundirán por el mundo. El portátil iUnika puede convertirse en el caballo de Troya de su comunidad. El precio es clave: de 130 a 180 euros. "Nuestro margen de beneficio es mínimo. Queremos posicionar la marca", dice Blázquez. Machón insiste: "Las motivaciones ecológicas, de respeto al medio ambiente y al usuario, no sirven si no creas un producto que se venda mucho".
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EL PAIS - TECNOLOGIA